Nitín Troncoso
miércoles, 12 de octubre de 2016
El grito de la alondra
Pequeña artífice de selecto jardín
de embriagantes gardenias, azucenas.
Manantial impoluto , transparencia serena
con aguas de gristal.
Sumergirte en sus espacios
calar profundo, borrar lo ignoto
colmar la copa saciar la sed.
Portar carátula sutil de la falasia
creer ser amo y señor de sus fragancias
saborear mieles libar el néctar.
Y como hiedra que entre muros crece
robar espacios ahogar caminos
timar la mente devastar esperanzas
asfixiar sueños quitar la calma.
¿ A qué vienes ahora ?
Murió la niña capricho de tu vida
vejada y humillada convertida en harapos
o porcelana rota partida en mil pedazos.
Junto a ella la esclava la sumisa el objeto
en helado calvario expiró la inocencia
en gélidas cenizas germinó un sentimiento
llamado dignidad.
Surgió la Mujer : valiente decidida capaz
fuerte orgullosa segura de sí misma
exigiendo espacios de equidad en la vida.
fuiste hacedor de tu propio destino
jugaste a hacer teatro basado en mi pureza
ya ves, terminó la comedia te digo con firmeza
siento penas de tí.
.
Nunca más...
rendirás honores a Baco en mi hogar
nunca más...
el animal herido arrastrado a tus pies
nunca más...
la frente en el subsuelo
los ojos anegados velados por el llanto
nunca más...
la mirada perdida en busca de horizonte
nunca más...
un rictus de amargura simulando sonrisa
¡ Nunca más... Nunca más...
© Nitín Troncoso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario